Escuela del sur de Alemania, ca. 1500.
“San Florián”.
Escultura en madera de tilo.
Medidas: 89 x 25 x 14 cm.
Talla renacentista de escuela germánica. Representa a San Florián, tocado con un gorro aristocrático y una capa larga que ha sido trabajada con excelentes drapeados. Los pliegues quebrados se suceden adecuándose con naturalidad al movimiento del cuerpo, cayendo con cadencia armónica en torno a la rodilla izquierda ligeramente adelantada. La capa se abre mostrando el peto de soldado romano, pieza de indumentaria que identifica a este santo. El cabello ensortijado ha sido trabajado con esmero rizo a rizo con el buril. El semblante, de expresión madura, transmite sabiduría. La escultura presenta una talla de medio bulto, dado que estuvo en origen destinada a una visión frontal, siendo la parte trasera usada como relicario u hornacina.
Florián de Lorch (finales del siglo III – principios del IV) es el patrón de Polonia y también de la ciudad austriaca de Linz. Fue comandante del ejército imperial de Baviera, siendo además responsable de las brigadas de bomberos. En una época en la cual los romanos luchaban contra la expansión del cristianismo, el cónsul Aquilino fue enviado a Baviera para acelerar la persecución de los cristianos. Éste propuso a Florián ofrecer un sacrificio a una divinidad romana a lo cual el santo, siendo cristiano, se negó. Fue entonces perseguido y torturado, y finalmente fue arrojado al río Enns con una gran piedra atada al cuello. La historia más conocida de su biografía es aquella en la cual se narra que detuvo un incendio arrojando sobre el fuego un simple balde de agua.