Escuela granadina o Murciana; siglo XVIII.
“San José con el Niño”.
Terracota policromada.
Medidas: 28 x 12 x 8 cm.
Escultura devocional modelada en terracota que representa a San José sosteniendo al Niño Jesús en uno de sus brazos. La pieza destaca por la gran volumetría de la talla que cristaliza especialmente en la figura de San José. Frente a la ternura, indefensión y candidez de la figura infantil, San José se presenta como un personaje monumental, típicamente barroco, impresión que queda reforzada por la composición piramidal. Mediante esta forma de representación, el autor realza visualmente el papel decisivo como protector del padre putativo de Jesús .Hasta la Contrarreforma, lo más común era que la figura de San José permaneciera en un segundo plano, dado que no se le otorgaba ninguna importancia teológica. Sin embargo, a partir de Trento se recuperará su papel protagonista como protector de Jesús durante su infancia, como guía durante sus años de juventud, y como tal se representa aquí.
Estilísticamente, se inserta en el barroco granadino, lo que se aprecia no sólo en la iconografía, sino también en el modelo escogido como influencia para la misma, en la decoración de los ropajes, en el colorido, en los rasgos del rostro, etc. Compárese, por ejemplo, con el rostro y los volúmenes de la “Inmaculada del facistol” realizada por Alonso Cano en 1655 y conservada en la Sacristía de la Catedral de Granada, o a los modelos de mano o entorno de Diego de Mora (Granada, 1656-1729), hermano de José de Mora que se formó también con Alonso Cano (particularmente la Inmaculada de la Iglesia Parroquial de Santa Cruz de Pampaneira de Granada; o la de la Iglesia parroquial de La Anunciación de Cogollos Vega de Granada, por citar dos ejemplos un tanto similares a la presente escultura).