Escuela española del siglo XX.
“Salvator Mundi”.
Figura en madera tallada y policromada. Trono de piel. Corona y bola de metal.
Presenta desgaste y faltas de policromía.
Medidas: 32 x 12 x 13 cm.
La iconografía del Niño de la Bola alude a la universalidad de la doctrina cristiana, y consiste en la representación del Niño Jesús con una esfera que representa al universo, puesta en su mano o bajo sus pies. Es un Niño Triunfante, Salvador del Mundo, y simboliza la idea de Jesús hombre y salvador, señor de toda la Tierra, a la que redime con su muerte y resurrección. Se trata de una iconografía que conjunta el poder y la gracia divinas con la inocencia feliz y la humilde condición de Dios encarnado: la omnipotencia del Hijo, siendo un niño con el orbe en su mano, como un chiquillo con su pelota. Esta figuración se caracteriza, además, por el gesto de bendecir y la ausencia de toda huella dolorosa.