Talla vestidera o cap-i-pota catalana, siglo XIX.
“Virgen de la Merced”.
Madera tallada con policromía original. Corona de metal plateado. Ojos de cristal. Vestido original de hilo bordado.
El vestido presenta humedades. Desgaste generalizado, suciedad y alguna falta de policromía en la madera.
Medidas: 95 x 35 x 20 cm.
Escultura de tipología “Cap i Pota” (cabeza y pies) que responde a la iconografía mariana de la Virgen de la Merced, definida por el escapulario. La Virgen de la Merced es patrona de los cautivos, no sólo físicos, también los cautivos espiritualmente, y de todos aquellos que han sido marginados por la sociedad. Su devoción tiene su origen en Cataluña. En torno a ella fue fundada la Orden de la Merced, iniciada por san Pedro Nolasco a principios del siglo XIII. Precisamente fueron los monjes mercedarios quienes extendieron su culto por España, Francia e Italia a partir de esa fecha. La iconografía para las representaciones de la Virgen de la Merced adquiere su forma definitiva en el siglo XVI, que en época barroca deriva hacia representaciones más dinámicas, con rompimientos de gloria.
Las imágenes "cap i pota" son figuras trabajadas al detalle sólo en el rostro y las manos, sobre una estructura de madera tallada en mayor o menor medida. Aunque las figuras para vestir se usaron a menudo en procesiones, en este caso se trata de una figura destinada a la devoción privada, dado su reducido tamaño. Las partes visibles se cubren con una fina capa de estuco y se policroman, mientras que el resto queda cubierto por ropas reales. Son imágenes que gustaron especialmente por su naturalismo, ya que al llevar vestidos auténticos se conseguía un grado mayor de realismo que con las simplemente talladas, que a menudo no tenían la calidad suficiente como para alcanzar ese grado de naturalismo, tan buscado en el arte religioso desde el barroco.