y volver al lote.
27 May 2024 14:05
Candelero; siguiendo modelos del taller de PIRANESI, siglo XIX.
Bronce pavonado.
Medidas: 163 x 62 x 53 cm.
Candelero de grandes dimensiones que sigue el mismo diseño que el que se encuentra en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, aunque este último esta realizado en mármol. La pieza se asienta sobre una base de formato triangular sobre la que se asientan tres garras de león y de la que emergen tres lados adornados con relieves de inspiración clásica. Estos están protagonizados por un sátiro, una ménade y motivos vegetales a modo de candilieri. En la zona superior tres cabezas de carnero dan paso al fuste del candelero que se divide en dos cuerpos ricamente ornamentados. La zona inferior está concebida a modo de estípite con el perímetro inferior de menor dimensión que el superior, adornado con grandes hojas y ovas en la zona alta. Finalmente, el fuste remata con un cuerpo de base oval adornado con hojas de acanto que dan paso a un cuerpo estriado que asienta el platillo superior de estructura gallonada y amplio labio envasado. Según Sánchez-Jaúregui “los candeleros como elemento decorativo de los salones se convirtieron en una de las piezas de cierto lujo para el adorno neoclásico. No había muchos modelos y se inspiraban, las más de las veces, en el diseño de las pinturas, que es lo que suele utilizar Piranesi para los muchos ejemplos de candeleros que incluyó en sus grabados. Tal es la afición de Piranesi y de sus clientes ingleses por este tipo de piezas, sean candelabros, urnas o aras antiguas, que durante mucho tiempo el artista realizará muchas láminas sueltas con este tipo de pretendidas antigüedades”.
Battista Giovanni Piranesi fue un insigne grabador. Tras estudiar arquitectura, estudió la técnica del aguafuerte con Giuseppe Vasi, en Roma. En 1743 publicó su primera serie de estampas, "Prima Parte di Architettura e Prospettiva". Elaborada con 23 años, desvela ya su maestría como grabador. Combinando afán descriptivo y fantasía, sus interpretaciones de antiguos monumentos romanos supusieron una importante contribución para el desarrollo del neoclasicismo. En la colección “Carceri d’Invenzione” transformó las ruinas en desmesurados calabozos llenos de pasadizos y empinadas escaleras que influirían notablemente en el romanticismo, e incluso en el surrealismo. La arquitectura palaciega y las casas campestres inglesas son también deudoras de los grabados de Piranesi. Muchas planchas pasaron a la actual “Calcografía Nazionale” de Roma. En España, se conservan grabados suyos en la Biblioteca Nacional y en el Museo de Bellas Artes de Valencia. En el grabado que nos ocupa, vemos el artista reinterpreta la peculiar superposiciónde la iglesia de San Lorenzo sobre los cimientos del templo de Antoninus de la Vía Sacra de Roma.