Escuela española del siglo XVIII.
“Sacerdote con vánitas”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta repintes. Precisa restauración.
Medidas: 85 x 66 cm.
El artista de la presente composición representa a un sacerdote sosteniendo un crucifijo, junto a una calavera, símbolo por excelencia de las vanitas, un reloj de arena (en alusión al irremediable paso del tiempo) y un papel con la inscripción “Memento Mori” (que significa que la naturaleza se descompone, si bien el alma es inmortal).
Plasmar la fugacidad de la vida fue uno de los temas que más preocupó a los pintores barrocos. Las vanidades denuncian la relatividad del conocimiento y la vanidad del género humano sujeto al paso del tiempo, a la muerte. Se trata de un género especialmente practicado durante el barroco, y su título y concepción se relacionan con un pasaje del Eclesiastés: “vanitas vanitatum omnia vanitas” (“vanidad de vanidades, todo es vanidad”). En el siglo XVII, estos bodegones moralizantes se hicieron muy frecuentes como complemento indispensable para la prédica y la devoción en Europa, bajo formas y con intenciones apenas diferentes en las zonas católicas y protestantes.