Plato del taller de Limoges, ca. 1800.
“Leñadores”.
Cobre con esmalte cloisonné.
Presenta ligerísimas faltas y descantillados.
Medidas: 21 cm (diámetro).
Plato de cobre con esmaltes azules y sepias “en grisalla” resaltados en dorado, que ven su repercusión en el ala del plato, ornada con seres fantásticos y elementos ornamentales de inspiración barroca. Una escena costumbrista con leñadores inunda el fondo del plato. Un retrato masculino al más puro estilo romano orna su parte trasera.
El esmalte de Limoges cuenta con una larga tradición que se remonta a la Edad Media, en concreto al último cuadro del siglo XII. Será el taller de esmaltes más importante de Francia, y deberá su éxito especialmente a su producción de objetos decorados con esmaltes, además de las habituales placas esmaltadas. Sus piezas medievales presentaban características propias como un arrastre de fondo muy superficial o un tabicado muy fino para los detalles, además de un cromatismo innovador que incluía tonos nuevos como el azul claro grisáceo o el blanco.