Escuela holandesa, siglos XVII-XVIII

Escuela holandesa, siglos XVII-XVIII.
"Alegoría del olfato".
Óleo sobre tela.
Medidas: 31 x 26,5 cm; 42 x 37,5 cm (marco).

Esta obra es un excelente ejemplo de la pintura de género de finales del siglo XVII o principios del XVIII, con un estilo que entronca con la escuela holandesa por su temática y realismo crudo.

La pintura representa una alegoría del sentido del olfato de una manera muy diferente a las versiones idealizadas y aristocráticas. En lugar de flores y perfumes, el artista utiliza un olor nauseabundo para ilustrar el sentido.

En el centro de la composición, un hombre de aspecto humilde, vestido con vivos colores deforma sus facciones, ya de por sí agresivas, con una expresión de absoluto asco. Con su mano derecha, sostiene un huevo roto, que es la fuente del mal olor que provoca su reacción. Su mano izquierda se levanta en un gesto de rechazo. Cierra sus ojos con fuerza, y toda su cara está contraída por la repulsión. A su lado, una mujer mayor observa su reacción con curiosidad. Detrás, un tercer personaje con un sombrero se asoma desde la oscuridad con una sonrisa torcida, participando del efluvio pútrido.

La composición está dominada por el tenebrismo, con un uso dramático del claroscuro. La luz intensa se centra en los personajes principales, haciéndolos emerger de un fondo indefinido. Esta técnica enfoca toda la atención del espectador en las expresiones y la interacción de las figuras. El tratamiento de los personajes es muy realista y sin idealizaciones, mostrando sus ropas gastadas y sus rostros curtidos.

Se trata de una representación poderosa y visceral del sentido del olfato, que opta por mostrar su faceta más desagradable y terrenal. Es una escena llena de humor rústico y un realismo sin concesiones, característica distintiva de los pintores de género de la época.