Estela funeraria romana, siglos II-IV d.C.
Piedra caliza tallada.
En buen estado de conservación. Ha perdido un fragmento en la parte superior izquierda pero no afecta a la parte central de la pieza. Se ha limpiado y consolidado
Medidas: 27 x 22 x 6 cm.
El aspecto triste y desangelado del protagonista de esta estela funeraria nos indica que podríamos encontrarnos frente a la figura de Atis, el joven pastor triste que acompaña a los difuntos, motivo que se difundirá por todo el Mediterráneo en época imperial. Algunas fuentes indican que Atis sería el hijo de Cibeles, mientras que otros afirmas que se trataría de un simple pastor, el cual habría roto la promesa de castidad contraída con la diosa Cibeles. Al ir a casarse Atis con la hija del rey Midas de Pesinunte, Cibeles enloqueció de furia, interrumpiendo la boda y transformándola en una orgía de sangre, y en pleno éxtasis, Atis se habría automutilado los genitales bajo un pino (motivo por el cual pasó a ser el árbol simbólico de este dios) y como consecuencia, murió. Cibeles lamentó lo que había provocado e imploró a Zeus que lo devolviera a la vida. La plegaria de la diosa fue atendida y Atis, incorrupto, ascendió al cielo en el carro de la Mater Magna como su pareja. La recepción de Atis en Roma parece haberse producido en el mismo momento de la adopción de Cibeles como Mater Magna en el año 204 a.C. Aparentemente ya entonces Atis está asociado al ámbito funerario como un dios de muerte y resurrección. Se va a convertir en un dios protector de los muertos, dios funerario no necesariamente mistérico, pues, de hecho, Atis como deidad del duelo y de la esperanza ultramundana aparece disociado del culto iniciático de Cibeles. Las esculturas y relieves de Atis en monumentos funerarios llegaron a convertirse en emblema de resurrección y eternidad, un símbolo funerario más, al igual que la laurea y cada vez más desprovisto de contenido religioso. La iconografía de Atis es muy variada, pero el tipo iconográfico más habitual del dios en contextos funerarios es el llamado Attis Tristis: Pastor joven vestido a la oriental con una túnica corta con mangas, anudada a la cintura, cubre su espalda con un manto y sus piernas con braccae, pantalones, y lleva un gorro frigio. En actitud pensativa y melancólica, coloca su mano derecha bajo el mentón y la izquierda sobre el abdomen mientras cruza sus piernas una sobre la otra. A veces se le representa alado en referencia a su apoteosis o renacimiento. Aunque no podemos afirmar con rotundidad que se trate de Atis, pues el tipo iconográfico no está claro, si podemos decir que puede estar relacionado ya que las representaciones de esta deidad oriental o de personajes con actitudes tristes y dolientes son habituales en la iconografía funeraria.