Cuenco de la cultura Maya; Mesoamérica, 600 – 900 d.C.
Terracota policromada.
Procedencia: colección particular de Tony Gilyard, Florida. Anteriormente en la colección Tharpe, EE.UU.
Presenta grietas.
Medidas: 17,5 x 19 cm.
Cuenco maya con panza globular, redondeada hacia la base, que se abre hacia el exterior a la altura del cuello, diferenciado a nivel ornamental y terminado en una boca simple, ancha y plana. La zona del depósito aparece enteramente cubierta con motivos figurativos pincelados en color oscuro y decorados con tonos anaranjados, sobre fondo de pigmento blanco. Representa escenas sagradas o rituales, protagonizadas por dos sacerdotes o deidades.
La cerámica maya abarca una amplia variedad de tipologías, tanto de uso como rituales, piezas decoradas con relieves y motivos incisos, engobes monocromos o con motivos polícromos figurativos, más adelante. Se trató siempre de piezas realizadas mediante modelado, dado que esta cultura no conocía el torno. Los colores utilizados fueron siempre engobes, con base de arcilla, y las vasijas se horneaban a una temperatura baja, de aproximadamente 800º C. A diferencia de los monumentos, que estaba destinados a ser vistos por todos, la cerámica gozó entre los mayas de una gran libertad, dado que se destinaba a uso privado, ya fuera cotidiano o funerario. De ahí la multiplicidad de estilos decorativos y tipologías, incluyendo frascos para guardar esencias y medicamentos, vajilla de uso, incensarios e incluso estatuillas articuladas.