Figura masculina. Cultura Etrusca, siglos II-III a.C.
Bronce.
Procedencia: colección Georges Savès.
Medidas: 10 cm. (altura)
Estatuilla en bronce, ejemplo representativo de la producción votiva etrusca tardía. Representa una figura masculina joven, de pie y desnuda, en una pose que evoca serenidad y sencillez. El estilo es característico del periodo etrusco-helenístico, donde la influencia griega es visible pero interpretada con un gusto local. El cuerpo del joven es esbelto y las formas anatómicas están simplificadas, con una musculatura suavemente indicada. El rostro es redondeado, con ojos almendrados y una nariz prominente, rasgos comunes en la estatuaria etrusca de esta época. El cabello está tratado de manera esquemática, como un casquete ceñido a la cabeza. La figura se presenta en una postura frontal y estática. La pierna izquierda está ligeramente adelantada, rompiendo la rigidez y aportando un sutil dinamismo. El brazo derecho se extiende hacia adelante con el codo flexionado, en un gesto que podría haber sido de ofrenda o súplica. Es probable que en su mano sostuviera algún objeto hoy perdido, como una pátera o un fruto. Este tipo de figuras, conocidas como "oferentes", eran exvotos muy comunes en los santuarios etruscos.
Esta pieza procede de la colección de Georges Savès (1908–1985), numismático y coleccionista francés con una profunda vocación por el estudio arqueológico. Heredero de una tradición familiar de coleccionismo, se dedicó plenamente desde los años 50 a la investigación histórica y numismática, especialmente en torno a Toulouse y las monedas galas. A lo largo de su vida reunió una colección ecléctica de piezas arqueológicas, etnográficas y artísticas, enriquecida en 1966 con la adquisición de parte de la colección Roger Bédiat. Autor de estudios especializados, su legado sigue siendo una referencia en el ámbito académico y patrimonial.