Espejo. Arte romano, siglo I d. C.
Bronce con pátina verde y roja.
Procedencia: Colección privada, por descendencia; En la misma familia desde la década de 1960.
En buen estado de conservación.
Medidas: 18 cm (altura); 10 cm (diámetro).
Este espejo se caracteriza por su borde, que está asegurado con un patrón de orificios visibles y se enmarca con una decoración de bandas concéntricas. El diseño se completa con un mango esbelto y finamente acanalado que facilita su agarre.
Entre los artículos del cuidado personal el más significativo era el espejo. Podía presentar una forma redondeada, respetando la tradición etrusca, o cuadrada, modelo muy difundido y común durante todo el Imperio. Tradicionalmente, los espejos se fabricaban en metal –bronce, cobre, plata y oro– y tenían mangos finamente trabajados tanto en metal como en hueso o marfil. Según Plinio el Viejo, la factoría más importante de espejos se encontraba en Brindisi, si bien en época tardía los espejos de vidrio acabaron reemplazando a los espejos de metal.
.jpg)