Huaco en forma de búho; Cultura Moche, Perú, 450-700 d,C.
Cerámica bicromía.
Bibliografía: Makowski, Krzystof, Rosenzweif, Alfredo, Díaz Jimenes, María Jesús, Ofrendas para el más allá: cerámica peruana de la colección Maiman, Kal Press LTD, Israel, 2006, p. 159.
Presenta restauraciones en líneas de fractura y pequeña restauración en el labio.
Procedencia: Colección Kemper, Suiza. Donado al «Museo deArte Islámico», Jerusalén, durante la década de 1970. Adquirido por Yossef Maiman en 1991.Patrimonio de Yossef Maiman.
Medidas: 20 x 13 x 15 cm.
Huaco zoomorfo de cerámica bicroma. el cuerpo tiene forma de búho antropomórfico representado sentado, con las manos apoyadas en las rodillas; plumaje detallado en la cara, con ojos finos y rasgados y nariz prominente
Asentada en la costa Norte del Perú, la cultura Moche se desarrolló en los valles de Lambayeque, Chicama, Moche y Virú, entre el 1 al 800 d.C. Esta región se caracteriza por un desierto atravesado por varios cursos de agua, que desembocan en un océano particularmente rico en recursos marinos. Los artesanos Moche lograron piezas maestras tanto en cerámica, tejido, y orfebrería. Su estilo característico abarca los más diversos materiales, como las calabazas pirograbadas, la pintura mural, el arte en plumas, y la pintura corporal y el tatuaje. La decoración de la cerámica demuestra una maestría en el trabajo alfarero pocas veces superado, recurriendo a las técnicas de inciso, bajorrelieve mediante estampado y la pintura en superficies lisas. Parte importante de estos objetos eran realizados en talleres especializados controlados por el estado, en los cuales se confeccionaban piezas en serie realizadas con moldes. Estas vasijas no sólo muestran una gran variedad de formas y estilos decorativos, sino que además ostentan representaciones de mitos y rituales. Destacan entre las formas cerámicas las llamadas “botellas retratos” o vasijas donde está retratado el rostro de alguna personalidad importante dentro de la sociedad. En ellos se puede observar con sumo detalle los rasgos faciales característicos, el uso de pintura facial o tatuajes y el uso de complicados tocados. Esta capacidad “retratista” de la alfarería Moche también se puede observar en las representaciones de escenas posiblemente cotidianas o en las escenas eróticas, así como también en las efigies que muestran jorobados, ciegos, labios leporinos y otras enfermedades.
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