Monumental Buda Shakyamuni. Dinastia Goryeo, Corea, s. XVIII.
Pintura sobre tela.
Medidas: 225 x 115 cm.
Esta efigie de Buda con un león de Fu a sus pies, pintada sobre una tela de grandes dimensiones fue concebida, originariamente, para ornar el exterior de un templo en celebraciones de especial solemnidad, a modo de estandarte. Realizada a base de pigmentos "Dancheong", al modo de los usados en la decoración de los edificios budistas en Corea tradicionalmente, utilizando los cinco colores básicos que tienen un significado simbólico. Buda se representa sentado sobre una alta peana que lo magnifica, en actitud meditativa, adoptando la clásica postura del loto, con las piernas entrecruzadas. La figura presenta algunos de los “lakshana”, marcas características de los personajes sagrados en las corrientes hinduistas y budistas, que permiten identificarlo. Se ven, así, los ojos almendrados, enmarcados por cejas delicadamente arqueadas. Destaca, también, la hierática sonrisa, apenas insinuada en las comisuras de los labios, así como los lóbulos de las orejas extremadamente alargados. Una mandorla mística, rematada por rizadas nubes, aureola al personaje, denotando su carácter divino, perteneciente a un plano de existencia que trasciende el mundo concreto. En la zona superior puede verse un palio, estructura que, como la peana, indica la importancia del personaje, su carácter divino o sagrado.