y volver al lote.
22 May 2024 17:05
Buda; China, Dinastía Qing, siglos XVII- XVIII.
Cobre dorado.
Presenta sellos.
Presenta perforación al dorso.
Medidas: 19 x 11,5 x 9 cm.
La posición de las manos y la postura de la figura indica que se trata de la representación de Amitayus, el Buda de la Vida Infinita. Se trata del aspecto de larga vida del Buda Amitabha. Con singular refinamiento ha sido representado Amitayus en esta escultura en bronce dorado. Sentado en la posición del loto, con las manos en torno al regazo unidas y con las palmas hacia arriba, adoptando un mudra, o gesto. La figura se alza sobre un pedestal de estructura cuadrada, adornada la zona inferior con inscripciones caligráficas. Sobre el pie se alza la estructura en la que se asienta la figura de buda, ricamente ornamentada de la base parecen descender los pliegues de la tela adornadas con una flor de loto, recurrente en la representación de vida. De manera hierática y estilizada se presenta la figura de Buda sentado en posición de flor de loto y realizando un gesto sagrado o mudra. La peana, también en bronce, evoca una flor de lote de factura sintética y trabajada en distintos niveles. La representación muestra varios “lakshana”, símbolos iconográficos que identifican a los Budas y bodhisatvas. El primero que vemos es el peinado en moño, símbolo de meditación, de vida espiritual concentrada y de sabiduría. Sobre el tocado, una llama simboliza la luz de la iluminación. Los párpados entornados son símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su similitud con los pétalos del loto, y completan un rostro sereno de sonrisa esbozada, símbolo del equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto. Los lóbulos alargados de las orejas, en este caso concreto adornados con flores de loto como pendientes, aluden a los grandes pendientes que llevaban los miembros de las clases altas en la India contemporánea a Sakyamuni, y representan los conceptos de grandeza, nobleza y sabiduría.
Buda alcanzó la máxima perfección evolutiva, convirtió el sufrimiento en felicidad para todos los seres vivos. Nacido alrededor del 560 a.C., su padre era un raja que gobernaba la provincia nororiental de la India. A los 29 años, el joven príncipe dejó su vida de lujo, ya que se sintió obligado a purificar su cuerpo y convertirlo en un instrumento de la mente librándose de las tentaciones terrenales.