Unicornio del Yacimiento de Wuwei. Gansu, China, dinastía Han Oriental (206 a. C. - 220 d. C.).
Madera de abeto.
Restos de policromía blanca, negra y roja/naranja. Una sola pieza.
Procedencia: Galería Jacques Barrere, París
Publicación: Bois d'immortalité, galería Jacques Barrere, 1998, pp. 84 y 85.
En la cultura gansu, el unicornio (qilin o chilin) es un símbolo de buena suerte, prosperidad y paz. Se asocia con la serenidad, la pureza y la protección, y se cree que su presencia trae buenas noticias y favorece la llegada de sabios y personas virtuosas. El ejemplar en licitación, trabajado en una sola pieza de madera, está decorado con motivos rojos y negros sobre fondo blanco. Su boca abierta y su actitud amenazante reflejan perfectamente su función en el más allá, es decir, la de guardián de la tumba que protege al difunto. Pertenece al yacimiento de Wuwéi, ciudad-prefectura en la provincia de Gansu, República Popular China.