Unicornio del Yacimiento de Wuwei. Gansu, China, dinastía Han Oriental (206 a. C. - 220 d. C.).
Madera de abeto con restos de policromía.
Procedencia: Adquirido en la galería Jacques Barrere, París
Exposición y publicación: Liliane y Michel Durand-Dessert, L'art au futur antérieur, un autre regard, Museo de Grenoble, Actes Sud, 2004, p. 65.
Prueba de carbono 14, Laboratorio de Radiocarbono de la Universidad de Toronto, Canadá, que se entregará al comprador.
Medidas: 29 cm (altura) x 77 cm (longitud).
Compuesto por varias piezas ensambladas, este unicornio con decoración roja y negra sobre fondo originalmente blanco está en posición de combate, con la cabeza gacha y las patas levantadas para proteger la tumba del difunto. Destaca su largo y puntiagudo cuerno. En la cultura gansu, el unicornio (qilin o chilin) es un símbolo de buena suerte, prosperidad y paz. Se asocia con la serenidad, la pureza y la protección, y se cree que su presencia trae buenas noticias y favorece la llegada de sabios y personas virtuosas. El ejemplar en licitación pertenece al yacimiento de Wuwéi, ciudad-prefectura en la provincia de Gansu, República Popular China.