Buda. Sri Lanka, siglo XIX.
Bronce dorado.
Medidas: 14 x 13 x 7 cm. (figura); 4,5 x 16 x 10 cm. (peana)
Escultura en bronce dorado de un Buda sedente en la posición de la flor de loto o Padmasana. Sus vestiduras caen drapeándose con naturalidad desde su hombro izquierdo. Con sus manos realiza el mudra Dhyana, con lo que promueve la energía de la meditación, la contemplación profunda y la unidad con la energía superior. Sus rasgos son serenos y apacibles, con la frente firme, una sonrisa esbozada y párpados semicerrados. El peinado tipo ushnisha simboliza su alto nivel de desarrollo espiritual. Sus lóbulos de las orejas están alargados debido a su juventud de príncipe, en la que llevaba pesados pendientes de oro. Cada detalle está perfectamente representado.
En Sri Lanka, el arte budista ostenta caracterísdticas porporas del período Kandy: los rostros tienden a ser más redondeados que en los estilos austeros preferentes, se usa frecuentemente el dorado y otras decoraciones. Ejemplo clave de ello lo son los Budas dorados del Templo de la Reliquia del Diente de Buda en Kandy.