Bodhisattvia Avalokiteshvara. Pre-Angkor. Camboya, siglos VIII-IX.
Bronce dorado.
Medidas: 36 x 13 cm.(figura); 8 x 9 x 9 cm. (peana)
Escultura camboyana procedente del periodo Pre-Angkor. Representa a uno de los bodisattvuas de la compasión más benerados del budismo mahayana. El nombre (en su etimología sánscrita) puede traducirse como "Soporte del loto". La estatuilla destaca por su patrón ornamental y por los cuatro brazos que componen una imagen dinámica y, paradójicamente, también hierática. En cada mano sostiene un atributo. La pieza muestra un trabajo artesanal de gran calidad, denotando un gran cuidado por el detalle, que se puede apreciar en numerosos detalles del atuendo y del tocado. En este último porta un buda sentado.
Cabe relacionar este Avalokiteshvara de cuatro brazos con un alijo de pequeños iconos recuperados por casualidad en el templo jemer de ladrillo y arenisca de principios del siglo VIII Prasat Ak Yom, situado en lo que hoy es un terraplén del West Baray, el embalse del siglo XI de Angkor. Este templo fue probablemente el primer templo piramidal escalonado de la historia jemer. Tiene dos inscripciones en las jambas de las puertas, fechadas en 674 y 704, respectivamente. Durante las excavaciones de la década de 1930, se encontró un conjunto de bronces escondido en una cavidad detrás de un dintel. Este bronce procede probablemente del mismo taller que suministraba imágenes al templo de Prasat Ak Yom.
Avalokiteshvara es el bodhisattva de la compasión. Es uno de los bodhisattvas más ampliamente venerados en la corriente principal del budismo mahayana, así como en forma no oficial en el theravada. Es conocido en Tíbet con el nombre de Chenrezig, en China como y en Japón como Kannon. En el budismo tibetano, el Dalái Lama es considerado su encarnación de Avalokiteshvara. Una conocida leyenda budista narra que Avalokiteshvara hizo el voto de nunca descansar hasta haber liberado a todos los seres sensibles del samsara. A pesar de su agotador esfuerzo, se dio cuenta de que todavía quedaban muchos seres desgraciados por salvar. Después de luchar para comprender las necesidades de todos, su cabeza se dividió en once partes. El buda Amitabha, al observar su apremio, le dio once cabezas para oír los lamentos de los sufrientes. Al oír esos clamores y comprenderlos, Avalokiteshvara intentó alcanzar a todos aquellos que necesitaban ayuda, pero encontró que sus brazos se destrozaban. Una vez más, Amit?bha vino en su ayuda y lo dotó con mil brazos para que pudiera ayudar a las multitudes sufrientes.