Buda de bienvenida. Birmania, estilo Mandalay, siglo XIX.
En madera lacada en oro e incrustaciones de vidrio.
Medidas: 102 cm.
Estatua de Buda de estilo Mandalay, periodo datado entre 1853 y 1948, iniciado con el traslado de la capital de Amarapura a Mandalay y que finalizará con la independencia del Reino Unido. Las imágenes de Buda de este periodo son juveniles, de cara dulce y vestidas con ricas túnicas cuidadosamente dobladas, bordadas y decoradas a menudo con piedras y cristales de espejo. Las esculturas anteriores a esta época en todo el sudeste asiático tendían a mostrar los hábitos monásticos de una manera mucho más esquemática. En el período Mandalay surge un mayor realismo en las características del Buda y de su atuendo. El estilo de las caras es oval con largas narices puntiagudas, los labios son carnosos y los ojos almendrados definidos por cejas arqueadas. La expresión facial es serena con los ojos entrecerrados, concentrado en la meditación y con una suave sonrisa en los labios. El cabello abraza a la cabeza en rizos apretados y cubre un amplio unisha o protuberancia en la cabeza de dos dimensiones, que representa el conocimiento y la sabiduría que el Buda alcanzó después de haber sido iluminado; el unisha a veces toma la forma de una llama que indica la iluminación. Las orejas largas significan la riqueza que tuvo durante su vida como príncipe y el cabello rizado representa la nobleza que posee.