Escuela persa, ca.1900.
Nueve páginas iluminadas procedentes de un Corán persa.
En papel pintado a mano.
Medidas: 20 x 11 cm.; 30 x 21 cm.(marco).
Estas miniaturas, ejecutadas hacia 1900 en el contexto de la tardía tradición persa qajar, constituyen un interesante ejemplo de la pervivencia de la ilustración manuscrita en el mundo islámico incluso después de la generalización de la imprenta. Aunque proceden de un Corán (libro por excelencia del Islam y habitualmente tratado con una iconografía no figurativa) estas páginas iluminadas parecen haber sido insertadas como suplemento cortesano, más por devoción estética que por función litúrgica, siguiendo una costumbre arraigada en ciertos círculos aristocráticos iraníes.
Las escenas representadas están lejos del contenido coránico y pertenecen al repertorio iconográfico profano de la caza real, motivo de profundo arraigo en el arte islámico desde época sasánida. La caza era entendida no sólo como pasatiempo nobiliario, sino también como alegoría del buen gobierno, símbolo del control sobre el mundo natural y proyección del poder del monarca.