Figura de Buda, siglo XIX.
En cobre.
Medidas: 70 x 50 x 22 cm.
Escultura de gran belleza y calidad, bulto redondo realizada en bronce, representando a Buda sentado en la posición del loto, ejecutando un mudra con sus manos, sobre un pedestal alto y escalonado, en forma de doble flor de loto, ricamente trabajado en relieve, con pétalos inscritos unos en otros y roleos en su interior. La figura luce una túnica que cubre uno de sus brazos y deja el torso al descubierto, minuciosamente grabada con motivos de roleos vegetales sintetizados que evocan la labor de bordado o brocado de una tela rica. Como único adorno adicional, dos sinuosos velos que caen de sus orejas, rematados por palmetas, de plegados paralelos.
Buda aparece ejecutando el Bhumisparsa mudra, o gesto de tocar la Tierra, que representa a Buda tomando la Tierra como testigo. Alude al momento en el cual Buda resolvió el problema de acabar con el sufrimiento cuando se encontraba bajo el árbol en Bodhi-Gaya. Usualmente es representado en las imágenes del Buda histórico (Sakyamuni) y de Asobhya, con la figura sentada en la posición del loto. La mano derecha toca el suelo con el dedo índice cerca de la rodilla derecha, y la mano izquierda normalmente aparece descansando sobre la pierna, con la palma hacia arriba.
Además podemos identificar numerosos lakshana, símbolos iconográficos que identifican a los Budas y bodhisatvas. El primero que vemos es el peinado en moño, símbolo de meditación, de vida espiritual concentrada y de sabiduría. Se trata de un delicado trabajo a base de espirales agrupadas formando pequeños conos, rematado por un adorno en forma de bellota. También vemos los párpados entornados, símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su similitud con los pétalos del loto, y completan un rostro sereno de sonrisa esbozada, símbolo del equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto. Los lóbulos alargados de las orejas aluden a los grandes pendientes que llevaban los miembros de las clases altas en la India contemporánea a Sakyamuni, y representan los conceptos de grandeza, nobleza y sabiduría. Otros lakshana aquí presentes son los pliegues en el cuello que simbolizan la felicidad, y diversos símbolos que aluden al carácter espiritual de Buda, a su poder espiritual propio de un ser cósmico: plantas de los pies y palmas de las manos de aspecto extremadamente blando, largos dedos en manos y pies, tobillos casi invisibles, torso alto y estrecho, genitales ocultos, piel suave y delicada, etc.