Cabeza de Buda. Tailandia, siglo XV.
Bronce patinado.
Peana en mármol negro belga.
Medidas: 30 x 24 x 23 cm; 45 cm (con base).
Excelente bronce oriental del siglo XV. El refinado estilo podría corresponder a los cánones propios del período Ayutthaya temprano, aunque con ecos de la tradición de Sukhothai, caracterizada por la estilización serena y la búsqueda de armonía.
Exhuda de sus rasgos una serenidad extraordinaria. Cada uno de sus atributos identifica explícitamente a Sidharta Gautama. El cráneo se cubre con rizos pequeños, perfectamente ordenados, fundidos en relieve uniforme y minucioso. La ushnisha (protuberancia craneal símbolo de sabiduría) puede haberse perdido en esta pieza: dado que era habitual colocarla sobre la cabeza en forma de cono alargado, a veces rematado por una pequeña llama estilizada, emblema de iluminación.
Sus rasgos simétricos y estilizados transmiten serenidad y ascetismo. Cada uno de estos rasgos en la representación de Buda se llama “lakshanas”. Las cejas finamente arqueadas se enlazan suavemente sobre el puente de la nariz, creando un trazo continuo y elegante. Los ojos almendrados, de mirada baja, aportan serenidad y recogen la luz en un juego sutil de superficies pulidas y pátinas. Las orejas alargadas, con lóbulos extendidos, evocan el pasado principesco del Buda y son trabajadas con un trazo limpio.
El bronce, de fundición depurada, presenta una pátina verdosa uniforme, con zonas satinadas que revelan tanto el paso del tiempo como el esmero en la terminación original. La calidad se aprecia en la nitidez de los detalles y en la suavidad de las transiciones entre planos, lo que transmite sensación de pureza formal.