Biombo; Japón, c. 1850.
Seda bordada y lienzo pintado y dorado.
Presenta parches en la trasera y desgastes en la superficie pintada.
Medidas: 171 x 369 cm.
Este biombo de seis hojas constituye un ejemplo representativo del refinado gusto japonés por la narrativa pictórica aplicada al mobiliario doméstico. Realizado en seda bordada y lienzo pintado con delicadas aplicaciones de pigmento dorado, la obra despliega una escena cortesana enmarcada en un paisaje de jardines y pabellones conectados por pasarelas rojas, en clara alusión a la arquitectura palaciega. Las figuras, vestidas con ricos kimonos de colores saturados, aparecen dispuestas en distintos espacios, sugiriendo una secuencia narrativa que invita al espectador a recorrer la escena de derecha a izquierda, siguiendo el flujo visual característico de este tipo de composiciones.
La presencia de nubes flotantes y la disposición en perspectiva isométrica, propia de la tradición pictórica yamato-e, confieren a la escena una cualidad atemporal y poética, donde el espacio no se representa de manera realista, sino como una construcción simbólica que permite mostrar simultáneamente interior y exterior.
Los biombos japoneses, o byobu, han ocupado un lugar central en la cultura material y la estética japonesa desde la Edad Media, pero su papel durante los siglos XIX y XX resulta especialmente revelador de los procesos de modernización y transformación social que experimentó Japón en este período. Originalmente concebidos como divisores móviles de espacio, destinados a regular la intimidad y modular la experiencia sensorial de la arquitectura tradicional,los biombos se convirtieron en verdaderos soportes de expresión artística.
Durante el siglo XIX, en pleno periodo Edo tardío y posteriormente en la era Meiji (1868–1912), los biombos se consolidaron como lienzos privilegiados para plasmar escenas de la vida cotidiana, paisajes estacionales y motivos literarios. Con la apertura del país al comercio internacional en la segunda mitad del siglo XIX, los biombos comenzaron a circular en el mercado global, despertando el interés de coleccionistas y museos europeos y norteamericanos.