Biombo; Japón, c. 1850.
Papel pintado con tinta y trasera de papel.
Presenta leves faltas.
Medidas: 172 x 358 cm.
Bimbo japonés compuesto de seis hojas decoradas con la representación de un tigre. En la cultura japonesa, el tigre es una figura poderosa que simboliza fuerza, valor y protección. Aunque en Japón no hay tigres en estado salvaje, su imagen llegó desde China a través del intercambio cultural y la transmisión del budismo, por lo que gran parte de su carga simbólica está vinculada a la cosmología asiática. El desconocimiento de la anatomía del animal daba paso a representaciones idealizadas como la presente.
Los biombos japoneses, o byobu, han ocupado un lugar central en la cultura material y la estética japonesa desde la Edad Media, pero su papel durante los siglos XIX y XX resulta especialmente revelador de los procesos de modernización y transformación social que experimentó Japón en este período. Originalmente concebidos como divisores móviles de espacio, destinados a regular la intimidad y modular la experiencia sensorial de la arquitectura tradicional,los biombos se convirtieron en verdaderos soportes de expresión artística.
Durante el siglo XIX, en pleno periodo Edo tardío y posteriormente en la era Meiji (1868–1912), los biombos se consolidaron como lienzos privilegiados para plasmar escenas de la vida cotidiana, paisajes estacionales y motivos literarios. Con la apertura del país al comercio internacional en la segunda mitad del siglo XIX, los biombos comenzaron a circular en el mercado global, despertando el interés de coleccionistas y museos europeos y norteamericanos.