Aparador; China, dinastía Qing, siglo XIX.
Madera lacada, policromada y herrajes de cobre.
Presenta faltas, restauraciones y leves pérdidas del lacado.
Medidas: 156 x 102 x 42 cm.
Aparador de gran porte estructurado en dos cuerpos con compartimentos diferenciados. Presenta una superficie íntegramente cubierta por laca negra sobre la que se desarrolla una decoración policromada y dorada de notable complejidad. En la parte superior se distinguen composiciones de jarrones con flores y objetos preciosos, motivos asociados al florecimiento, la erudición y la buena fortuna, enmarcados en reservas de contorno lobulado.
La zona inferior concentra la mayor fuerza visual con la representación de dragones imperiales de cinco garras, en dinámico movimiento entre nubes estilizadas. Estas criaturas, símbolos del poder cósmico y de la autoridad suprema del emperador, emergen en un espacio de gran vitalidad, acompañados por perlas llameantes que evocan la sabiduría y la inmortalidad. El conjunto está rematado por un basamento decorado con montañas y motivos vegetales, símbolos de estabilidad y conexión con el orden natural.
Los herrajes de cobre refuerzan la estructura y aportan un contraste cromático al lacado oscuro, además de señalar la importancia que el metal tuvo en la terminación de los muebles de prestigio. A pesar de las faltas, restauraciones y leves pérdidas en la capa de laca, la pieza conserva su poder decorativo y su capacidad narrativa, mostrando la pericia de los talleres chinos en el arte del lacado, que alcanzó durante la dinastía Qing un refinamiento excepcional.