Armario japonés para exportación. Período Edo, finales del siglo XVII.
Madera lacada (maki-e).
Montura metálica.
Medidas: 60 x 70 x 42 cm.
Este mueble es un ejemplo excepcional de los armarios de lacado de exportación, producidos en Japón durante el período Edo, específicamente a finales del siglo XVII, para satisfacer la creciente demanda del mercado de lujo europeo. Estas piezas eran altamente codiciadas por la aristocracia y las casas reales de Europa, que las consideraban tesoros exóticos y símbolos de estatus.
El armario presenta una forma rectangular y compacta, apoyado sobre una base de faldón recortado. Su diseño, con dos grandes puertas que revelan un interior compartimentado con múltiples cajones de distintos tamaños, es una adaptación japonesa de los "gabinetes de curiosidades" europeos. Esta configuración era ideal para guardar documentos, joyas u otros objetos preciosos.
La pieza está decorada utilizando la sofisticada técnica del maki-e (literalmente, "imagen espolvoreada"). Sobre una base de laca negra profunda y brillante (roiro-nuri), los artesanos componían minuciosas escenas espolvoreando polvos de oro y otros metales sobre la laca aún húmeda. El resultado es un contraste espectacular entre el negro lustroso y el brillo del oro.
Al abrir las puertas, se revela una decoración que se distribuye de forma armónica en los frentes de los nueve cajones. Paisajes idílicos de estilo japonés han sido representados en cada una de las gavetas: se aprecian formaciones rocosas escarpadas, bancos de niebla, pequeñas pagodas o pabellones y bandadas de pájaros en pleno vuelo. El interior de las puertas continúa este motivo paisajístico, creando una experiencia visual envolvente y armoniosa.
Como es característico en estos muebles de exportación, el exterior es igualmente suntuoso. Cuando las puertas están cerradas, exhiben una gran escena de paisaje unificada, permitiendo que el mueble sea una pieza decorativa central desde cualquier ángulo.
Un rasgo distintivo de estos armarios son sus elaborados herrajes metálicos, fabricados generalmente en cobre dorado o latón finamente trabajado. Las bisagras que unen las puertas al cuerpo del mueble son robustas y ornamentadas. Una placa de cerradura central decora el frente. Asas laterales facilitan el transporte. Estos elementos metálicos no solo son funcionales, sino que actúan como joyas que realzan la riqueza visual del conjunto. En el interior, cada cajón está dotado de pequeños tiradores en forma de anilla que penden de placas decorativas.
En definitiva, este armario es una obra maestra que fusiona la exquisita artesanía japonesa en el arte de la laca con una forma y funcionalidad adaptadas al gusto europeo del Barroco. Representa un importante capítulo en la historia del comercio global y del intercambio cultural entre Oriente y Occidente.