Escuela española del siglo XX.
“Calvario”.
Terracota patinada.
Firmado en la zona inferior.
Medidas: 30 x 22 x 5 cm.
Relieve en terracota que representa una escena del Calvario o Crucifixión de Cristo, uno de los temas centrales del arte cristiano occidental. La composición, de formato ovalado, muestra un notable dinamismo y densidad narrativa, articulando múltiples figuras en distintos planos de profundidad.
En el eje central se sitúa la figura de Cristo crucificado, ligeramente inclinado hacia la derecha, con el cuerpo alargado y los brazos extendidos en una postura de tensión anatómica. Sobre la cruz puede leerse la inscripción INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum), según la tradición iconográfica. A ambos lados del Redentor aparecen los dos ladrones crucificados, representados en actitudes de dolor y desesperación, lo que acentúa el contraste con la serenidad resignada de Cristo.
En el registro inferior, se agrupan las figuras de los dolientes —probablemente la Virgen María, san Juan Evangelista y las santas mujeres— en actitudes de lamento y recogimiento. En el sector izquierdo, se distingue un jinete romano que parece observar o participar en la escena, elemento habitual en las representaciones del Calvario que alude a la autoridad imperial y al contexto histórico de la ejecución. En el extremo inferior, se aprecian cuerpos contorsionados, posiblemente soldados caídos o personajes secundarios, que aportan un sentido de dramatismo y movimiento a la composición.
El relieve presenta un tratamiento expresivo y vigoroso del modelado, con un acusado contraste de luces y sombras, propio del barroco o de su influencia manierista tardía. Las figuras están trabajadas con notable detalle anatómico y las superficies revelan un uso hábil de la terracota para sugerir texturas —como los pliegues de los paños, las crines de los caballos o la musculatura en tensión—. La disposición en planos superpuestos crea una sensación de profundidad espacial, reforzada por el formato ovalado que encuadra y concentra la acción.
Iconográficamente, el conjunto sintetiza los elementos tradicionales del Gólgota, incluyendo la cruz central, los malhechores, los dolientes, el paisaje urbano de Jerusalén al fondo y algunos símbolos accesorios (la escalera, las calaveras al pie de la cruz, alusión al cráneo de Adán). Todo ello responde a un programa teológico centrado en el sacrificio redentor de Cristo y la contemplación de su Pasión.
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