Guerrero; China, dinastía Ming, 1368-1644.
Piedra tallada.
Medidas: 55 x 38 x 31 cm.
Guerrero de piedra tallada perteneciente a la dinastía Ming (1368–1644), un período de esplendor artístico y reafirmación cultural en la historia china. A pesar de la ausencia de la cabeza, el cuerpo conservado permite apreciar con claridad la solidez formal y el detallismo característicos de la escultura funeraria y conmemorativa de la época. La figura, vestida con una armadura ricamente ornamentada, transmite una sensación de autoridad y serenidad contenida, acorde con los ideales confucianos de orden y jerarquía que impregnaban el arte oficial ming.
El tallado meticuloso de los motivos florales y geométricos sobre el atuendo revela tanto el virtuosismo técnico de los artesanos como la función simbólica de la obra. Estas esculturas, a menudo situadas en avenidas espirituales o como parte de complejos funerarios imperiales, cumplían un papel protector: se concebían como guardianes del difunto y del equilibrio cósmico. Más allá de su función ritual, eran también manifestaciones materiales del poder político y de la cosmovisión moral de la dinastía, en la que el arte servía como vehículo de legitimación y expresión de la grandeza imperial.
La monumentalidad y la sobriedad del gesto, unidas al refinamiento decorativo, reflejan la síntesis estética que definió a la escultura Ming: un arte que buscaba perdurar en la piedra, testimonio de la continuidad del orden, la memoria y la autoridad dinástica.
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