Grupo de Hayagriva en Yab-Yum. Tíbet, siglos XVIII–XIX.
Bronce.
La pátina muestra una combinación de tonos marrón oscuro y cobrizos cálidos, coherentes con su antigüedad y prolongado uso ceremonial.
Medidas: 36 x 35 x 19 cm.
Esta impresionante escultura representa a la deidad Hayagriva en unión íntima con su consorte, ambos en postura dinámica sobre un trono de loto sobre dos figuras yacentes que simbolizan a sus asistentes. Dos deidades acompañantes, cada una blandiendo armas rituales, flanquean a la pareja central en posturas animadas. La escala, la compleja iconografía y la energía escultórica señalan que se trata de un importante bronce ritual tibetano de los siglos XVIII–XIX.
La figura central de Hayagriva se muestra con expresión feroz, ojos desorbitados y colmillos expuestos. Múltiples brazos se extienden a su alrededor, cada uno sosteniendo atributos airados como la karttrika, el vajra, el kapala y el lazo. Su consorte se aferra a él en estrecho abrazo, reforzando la unión de sabiduría y método, fundamental en las prácticas tántricas más elevadas. El amplio pedestal, con sus pétalos de loto estratificados y decoración incisa de roleos, es característico de los bronces tibetanos producidos en talleres influenciados por los estilos escultóricos del Tíbet central y la tardía dinastía Qing. Restos de dorado o realces mediante dorado al fuego permanecen en las joyas y los bordes de los ropajes, lo que indica que la escultura contó originalmente con superficies contrastadas para intensificar su presencia ritual.
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