Gran escultura del Dios Amón protegiendo a Tutankamón siguiendo modelos del Antiguo Egipto, siglo XXI.
Yeso y pigmentos.
Procedencia: Colección particular, Francia.
Medidas: 220 x 44 x 78 cm.
Gran escultura del Dios Amón protegiendo a Tutankamón enteramente realizada en yeso y pigmentos de color negro. Formalmente continúa los parámetros artísticos de la escultura de iguales características, si bien realizada en diorita negra, albergada en el Museo del Louvre. La escultura del museo francés, datada en el Imperio Nuevo (c.1336-132 a.C.), se muestra fiel a la estética que definió el arte egipcio, presentándonos a un dios de rostro suave, feminizado, característica habitual de los retratos de esta dinastía. Amon lleva su tocado tradicional dominado por dos altas plumas verticales, mientras la barba trenzada de los dioses adorna su barbilla.
Amón era originalmente una deidad tebana, popularizado a partir de la dinastía XVII. En el periodo tardío adquirió un carácter universal, siendo conocido por el nombre griego de Amón-Ra-Sonter (rey de los dioses).
Yeso y pigmentos.
Procedencia: Colección particular, Francia.
Medidas: 220 x 44 x 78 cm.
Gran escultura del Dios Amón protegiendo a Tutankamón enteramente realizada en yeso y pigmentos de color negro. Formalmente continúa los parámetros artísticos de la escultura de iguales características, si bien realizada en diorita negra, albergada en el Museo del Louvre. La escultura del museo francés, datada en el Imperio Nuevo (c.1336-132 a.C.), se muestra fiel a la estética que definió el arte egipcio, presentándonos a un dios de rostro suave, feminizado, característica habitual de los retratos de esta dinastía. Amon lleva su tocado tradicional dominado por dos altas plumas verticales, mientras la barba trenzada de los dioses adorna su barbilla.
Amón era originalmente una deidad tebana, popularizado a partir de la dinastía XVII. En el periodo tardío adquirió un carácter universal, siendo conocido por el nombre griego de Amón-Ra-Sonter (rey de los dioses).