Pareja de platos Quianlong con decoración Familia Rosa de gusto Luis XV, Compañía de las Indias, siglo XVIII.
Porcelana esmaltada.
Uno de los platos presenta un pelo y un piquete, mientras el otro presenta leves faltas.
Medidas: 23 cm (diámetro).
Esta pareja de platos ha sido manufacturada en porcelana china de la Compañía de Indias para el mercado europeo. La decoración, de tipo floral, se enmarca dentro del estilo Familia Rosa, si bien muy del gusto europeo del estilo Luis XV. El fondo del plato cuenta con un motivo floral de gran tamaño, mientras el ala se decora con guirnaldas. El estilo Familia Rosa se basa en la introducción de nuevos esmaltes, de los cuales el más famoso es el rosa, que dará nombre al estilo. También se añaden otros nuevos colores como el amarillo opaco, el blanco y el negro ya independiente (hasta entonces, para fijar el esmalte negro, había que cubrirlo con un esmalte de otro color, normalmente verde traslúcido). Técnicamente, el más importante es el blanco opaco, ya que podía mezclarse con otros esmaltes para lograr una amplia gama de tonos pastel, además de permitir una suave gradación tonal que posibilitaba imitar con éxito la pintura occidental. Lo que define a la Familia Rosa no es, por tanto, el predominio de dicho color, sino esta nueva policromía. El nuevo estilo llevó al abandono del que predominaba hasta entonces, la Familia Verde, caracterizada por la abundancia de este color y por el uso de esmaltes más acuosos.
Porcelana esmaltada.
Uno de los platos presenta un pelo y un piquete, mientras el otro presenta leves faltas.
Medidas: 23 cm (diámetro).
Esta pareja de platos ha sido manufacturada en porcelana china de la Compañía de Indias para el mercado europeo. La decoración, de tipo floral, se enmarca dentro del estilo Familia Rosa, si bien muy del gusto europeo del estilo Luis XV. El fondo del plato cuenta con un motivo floral de gran tamaño, mientras el ala se decora con guirnaldas. El estilo Familia Rosa se basa en la introducción de nuevos esmaltes, de los cuales el más famoso es el rosa, que dará nombre al estilo. También se añaden otros nuevos colores como el amarillo opaco, el blanco y el negro ya independiente (hasta entonces, para fijar el esmalte negro, había que cubrirlo con un esmalte de otro color, normalmente verde traslúcido). Técnicamente, el más importante es el blanco opaco, ya que podía mezclarse con otros esmaltes para lograr una amplia gama de tonos pastel, además de permitir una suave gradación tonal que posibilitaba imitar con éxito la pintura occidental. Lo que define a la Familia Rosa no es, por tanto, el predominio de dicho color, sino esta nueva policromía. El nuevo estilo llevó al abandono del que predominaba hasta entonces, la Familia Verde, caracterizada por la abundancia de este color y por el uso de esmaltes más acuosos.