Buda. China, Dinastía Ming, 1368-1644.
Metal.
Presenta una perforación.
Muestra inscripciones en la zona trasera.
Medidas: 17 x 12 x 6,5 cm.
La figura que se presenta ante el espectador sentada, muestra una gran estilización debido al alargamiento anatómico, que muestra el modo en el que ha sido concebido el cuerpo del protagonista. La pieza se estructura según una marcada simetría que aporta cierto hieratismo, pero que a su vez permite asimilar al espectador la gran profusión de detalles. Buda alcanzó la máxima perfección evolutiva, convirtió el sufrimiento en felicidad para todos los seres vivos. Nacido alrededor del 560 a.C., su padre era un raja que gobernaba la provincia nororiental de la India. A los 29 años, el joven príncipe dejó su vida de lujo, ya que se sintió obligado a purificar su cuerpo y convertirlo en un instrumento de la mente librándose de las tentaciones terrenales. Aquí corona su cabeza un tocado con la representación de Buda que representa la sabiduría infinita. La elegancia y la espiritualidad de la forma de Buda está bien concebida en esta representación tibetana.
La dinastía Ming es uno de los periodos más largos de la historia de China, con una duración de aproximadamente tres siglos. Tras la época Yuan, de dominación extranjera, durante el periodo Ming se restablecerán los valores tradicionales chinos. Los diecisiete emperadores de esta dinastía reinaron en un estado de relativa paz y prosperidad, y pertenecían a la etnia han (la mayoritaria en China), al igual que el funcionariado. La economía se transformará, pasando de un estado agrario a uno completamente mercantil al final de la dinastía.
Metal.
Presenta una perforación.
Muestra inscripciones en la zona trasera.
Medidas: 17 x 12 x 6,5 cm.
La figura que se presenta ante el espectador sentada, muestra una gran estilización debido al alargamiento anatómico, que muestra el modo en el que ha sido concebido el cuerpo del protagonista. La pieza se estructura según una marcada simetría que aporta cierto hieratismo, pero que a su vez permite asimilar al espectador la gran profusión de detalles. Buda alcanzó la máxima perfección evolutiva, convirtió el sufrimiento en felicidad para todos los seres vivos. Nacido alrededor del 560 a.C., su padre era un raja que gobernaba la provincia nororiental de la India. A los 29 años, el joven príncipe dejó su vida de lujo, ya que se sintió obligado a purificar su cuerpo y convertirlo en un instrumento de la mente librándose de las tentaciones terrenales. Aquí corona su cabeza un tocado con la representación de Buda que representa la sabiduría infinita. La elegancia y la espiritualidad de la forma de Buda está bien concebida en esta representación tibetana.
La dinastía Ming es uno de los periodos más largos de la historia de China, con una duración de aproximadamente tres siglos. Tras la época Yuan, de dominación extranjera, durante el periodo Ming se restablecerán los valores tradicionales chinos. Los diecisiete emperadores de esta dinastía reinaron en un estado de relativa paz y prosperidad, y pertenecían a la etnia han (la mayoritaria en China), al igual que el funcionariado. La economía se transformará, pasando de un estado agrario a uno completamente mercantil al final de la dinastía.