Escultura de Buda. China, siglo XIX.
Jade.
Medidas: 21 x 11 x 7 cm; 22,5 x 12,5 x 8 cm (peana).
Esta representación de Buda se refiere a un episodio de su vida, cuando meditaba junto a una higuera y fue castigado por una tormenta de fuerte viento y lluvia. En este momento, un Naga compasivo se le enroscó siete veces alrededor y desplegó sobre él sus siete cabezas, a manera de un techo (los Nagas pertenecen a las mitologías del Indostán. Se trata de serpientes, pero suelen asumir forma humana). El Buddha lo convirtió a su fe.
El jade es el tipo de piedra dura más empleado y apreciado en China desde el neolítico para la realización de esculturas. Se trata de un material extraordinariamente apreciado por su dureza, su resistencia, sus delicadas tonalidades, que oscilan entre el verde y el blanco puro y su cualidad translúcida. Durante la dinastía Han, por ejemplo, los miembros de la alta aristocracia y la realeza eran enterrados en receptáculos de jade, que, se creía, preservarían cuerpo y alma para toda la eternidad. El jade tenía también usos diversos en medicina y en la alquimia.
Jade.
Medidas: 21 x 11 x 7 cm; 22,5 x 12,5 x 8 cm (peana).
Esta representación de Buda se refiere a un episodio de su vida, cuando meditaba junto a una higuera y fue castigado por una tormenta de fuerte viento y lluvia. En este momento, un Naga compasivo se le enroscó siete veces alrededor y desplegó sobre él sus siete cabezas, a manera de un techo (los Nagas pertenecen a las mitologías del Indostán. Se trata de serpientes, pero suelen asumir forma humana). El Buddha lo convirtió a su fe.
El jade es el tipo de piedra dura más empleado y apreciado en China desde el neolítico para la realización de esculturas. Se trata de un material extraordinariamente apreciado por su dureza, su resistencia, sus delicadas tonalidades, que oscilan entre el verde y el blanco puro y su cualidad translúcida. Durante la dinastía Han, por ejemplo, los miembros de la alta aristocracia y la realeza eran enterrados en receptáculos de jade, que, se creía, preservarían cuerpo y alma para toda la eternidad. El jade tenía también usos diversos en medicina y en la alquimia.