Escuela china del siglo XIX.
“Tengu”.
Bronce patinado.
Presenta marcas de uso y desgaste, un golpe en parte posterior del pico.
Medidas: 11 x 9 x 8 cm.
A pesar de que recibe su nombre por un demonio canino chino, la forma original de los "tengu" era la de un ave de rapiña, y eran representados con características humanas y aviares, como en esta escultura de bronce. En las representaciones más antiguas de los tengu tenían pico, cosa que posteriormente se transformó en una nariz extremadamente larga, que hoy en día es el rasgo representativo de los tengu en el imaginario popular. El budismo representaba a los tengu como demonios perturbadores y heraldos de la guerra. Su imagen gradualmente se fue suavizando para convertirse en uno de los espíritus protectores, aunque también peligrosos, y de las montañas y los bosques.