Cristalería italiana SALVIATI, finales del siglo XIX-principios del XX.
Total de 73 piezas.
Cristal de Murano, soplado, esmaltado y con decoraciones al oro fino.
Presenta marcas de uso y desgaste. Faltas, restauraciones y descantillados.
Medidas: 7 Copas altas (5 en buen estado, 2 con restauraciones) 18 x 8 x 8 cm. 9 Copas medianas (8 en buen estado, 2 con restauraciones) 17´5 x 9 x9 cm aprox .11 Copas medianas anchas (9 en buen estado, 2 con restauraciones) 14,5 x 9 x 9 cm- 10 Copas pequeñas altas (9 en buen estado, 1 con restauraciones) 14,5 x 6,5 cm aprox. 11 Copas pequeñas estrechas (9 en buen estado, 2 con restauraciones) 11,5 x 5´5 cm aprox. 2 Decantadores (2 en buen estado) 26 x 14 x 14 cm-2 Licoreras (1 en buen estado, la otra con restauraciones) 28 x 14 x 14cm. 12 Platos (11 en buen estado, 1 con restauraciones) 4 x 17 cm aprox. 9 Bol (9 en buen estado) 6 x 10 cm
Conjunto de cristalería de la firma Salviati, formado por setenta piezas, en cristal de Murano soplado y translúcido, decorado con elegantes cenefas dispuestas en orlas que decoran los aleros de los platos y las paredes de las jarras, tazones y copas.
Antonio Salviati (Vicenza, 1816–1890) fue un abogado y empresario italiano, fundador de una fábrica de vidrio veneciano de gran categoría, responsable de la resurrección de la industria vidriera veneciana en el siglo XIX. En 1866 se asoció con Austen Henry Layard, el arqueólogo descubridor de Nínive, con el que formaron la empresa Società Salviati e Compagni, radicada en Venecia. La compañía Salviati consiguió varios encargos de relevancia, como los mosaicos del fondo del altar mayor de la abadía de Westminster (1867), del techo de la Albert Memorial Chapel del castillo de Windsor y de la Capilla Palatina de Aquisgrán (1870-1875). En 1876 se separó de sus socios ingleses y fundó una nueva empresa que, además de mosaicos, fabricó vidrio ornamental y de mesa, en un estilo renacentista de gran calidad. En la década de 1870 también elaboró piezas a imitación del vidrio romano antiguo. Su empresa concurrió a todas las exposiciones universales de finales del siglo XIX.