MICHEL DECOUX (Bélgica, 1837-1924).
“Dama con cervatillo y lobo”.
Escultura de bronce patinado sobre base de mármol.
Firmada.
Medidas: 59 x 12 x 40 cm.
Escultura Art Déco representando a una estilizada dama ataviada con un largo vestido, jugando con un alegre cervatillo y un lobo que se dirigen hacia ella, en una posición completamente dinámica y en movimiento.
Dentro del marco de la revolución romántica, una gran parte de los escultores se rebelaron contra el academicismo imperante entonces reivindicando las obras que representaban animales, ya fuera domésticos, salvajes o exóticos. Hasta entonces, nunca los animales había sido absolutos protagonistas de la escultura, aunque sí en el campo de la pintura. Este conjunto de pioneros de la escultura animalística, con Antoine Louis Barye (1796-1875) como figura principal, desarrolló un nuevo concepto de la escultura, basada en un lenguaje realista pero a la vez buscando la expresividad salvaje y libre de los animales. Baudelaire definió este nuevo lenguaje como reflejo de la agitación del alma, expresada a través de una tensión salvaje. Como ocurre con los pintores contemporáneos, los escultores de temas animalísticos basan su trabajo en un análisis preciso y fiel de la naturaleza.