EDGAR DEGAS (París, 1834 – 1917)
"Danseuse mettant son bas"
Bronce con pátina marrón matizada
Altura: 49,7 cm
Firmado en la base con el sello de Degas
Sello de fundición: «CIRE PERDUE C. VALSUANI»
Numerado: IX/IX
Fundición autorizada por la familia del artista. Edición póstuma.
Procedencia: Colección privada europea.
Bibliografía: Hébrard 29 ; Pingeot 14 ; Rewald 56 ; Czestochowski 29
Certificado de autenticidad de Artco France Éditeur d’Art (2007)
Agradecemos al Comité Degas por su colaboración y la posibilidad de obtener certificado adicional emitido por el Comité Degas (coste a cargo del comprador)
Esta escultura en bronce, titulada "Danseuse mettant son bas" (Bailarina poniéndose una media), es una de las obras más íntimas y expresivas del repertorio escultórico de Edgar Degas. La figura representa a una joven bailarina en el acto de subirse una media, un gesto cotidiano que Degas eleva a la categoría de arte mediante su sensibilidad compositiva y matérica. La pose, natural pero elegantemente desequilibrada, con la pierna derecha en alto y el torso inclinado hacia adelante, captura un momento efímero con notable tensión rítmica y gracia corporal.
La superficie del bronce presenta una textura rugosa, resultado directo del modelado en cera original, donde Degas buscó preservar el carácter gestual e inmediato de su técnica. Lejos de la idealización anatómica, el artista opta por una representación más sincera y experimental del cuerpo femenino, marcada por irregularidades, acumulaciones matéricas y una percepción casi táctil del volumen.
Este bronce pertenece a la edición póstuma realizada por la fundición Valsuani siguiendo el procedimiento de cera perdida, bajo el control estricto de la familia del artista. La numeración IX/IX indica que forma parte de la serie numerada en cifras romanas, que complementa otra tirada marcada con letras de la A a la T.
La temática de esta obra se vincula directamente con la obsesión de Degas por el mundo del ballet y, especialmente, por los momentos no escénicos: el ensayo, la preparación, el descanso. Como en sus célebres pasteles de bailarinas en reposo o en la icónica escultura "Petite danseuse de quatorze ans", Degas trasciende el virtuosismo formal para capturar la verdad psicológica y física del gesto. La bailarina, ajena al espectador, se concentra en su acción con una naturalidad que evidencia la mirada distante, casi etnográfica, del artista.
La calidad de este vaciado y la legitimidad de su procedencia hacen de esta obra una pieza singular dentro del corpus escultórico de Degas, de gran interés tanto para coleccionistas privados como para instituciones museísticas.
La relevancia de Edgar Degas en la historia del arte moderno es indiscutible: pionero en la representación del cuerpo en movimiento, su obra escultórica anticipó muchas de las preocupaciones formales del siglo XX. Aunque concebidas como estudios privados, sus esculturas —hoy presentes en museos como el Musée d’Orsay, el Metropolitan Museum o la National Gallery of Art— son consideradas fundamentales para comprender la transición entre la tradición académica y la modernidad. Esta pieza, por tanto, no solo encarna la maestría técnica de Degas, sino también su lugar esencial en el canon de la escultura moderna.