Importante cómoda mallorquina época Carlos III, mediados del siglo XVIII.
Madera de jacaranda, marquetería y filetaje de hueso. Cerraduras y bocallaves en plata.
Los pies son añadidos posteriormente.
Medidas: 115 x 131 x 67 cm.
Esta cómoda mallorquina "bombé" del siglo XVIII, realizada en madera de jacaranda, fileteado en hueso y marquetería, presenta formas curvadas. De cintura mixtilínea, se eleva sobre cuatro patas curvadas con voluta final. El frontal cuenta con cinco cajones, dos de ellos de menor tamaño y en la banda superior, decorados con marquetería y sinuosos fileteados en hueso. Los tiradores y los bocallaves han sido realizados en plata. El sobre continúa la estética del resto de mueble con decoración en hueso fileteado creando un patrón vegetal. Formalmente esta cómoda se enmarca en un estilo de transición entre el último barroco y el rococó, dado que aún se mantienen las formas rectas en el diseño y la decoración sigue supeditada a la estructura. Asimismo, las formas de curvas ingletadas aún recuerdan a las mixtilíneas del barroco, manteniendo la composición simétrica. Sin embargo, la planta de frente curvo que determina un abombamiento en el alzado es ya netamente rococó, al igual que el predominio de las líneas sinuosas en decoración. Históricamente, el mobiliario mallorquín ha destacado por recibir influencias estilísticas de numerosas zonas europeas gracias al boyante comercio del área, entre las que destaca su influencia del mueble catalán. Técnicamente, destaca también por su calidad, tanto de materiales empleados como de diseño.
Madera de jacaranda, marquetería y filetaje de hueso. Cerraduras y bocallaves en plata.
Los pies son añadidos posteriormente.
Medidas: 115 x 131 x 67 cm.
Esta cómoda mallorquina "bombé" del siglo XVIII, realizada en madera de jacaranda, fileteado en hueso y marquetería, presenta formas curvadas. De cintura mixtilínea, se eleva sobre cuatro patas curvadas con voluta final. El frontal cuenta con cinco cajones, dos de ellos de menor tamaño y en la banda superior, decorados con marquetería y sinuosos fileteados en hueso. Los tiradores y los bocallaves han sido realizados en plata. El sobre continúa la estética del resto de mueble con decoración en hueso fileteado creando un patrón vegetal. Formalmente esta cómoda se enmarca en un estilo de transición entre el último barroco y el rococó, dado que aún se mantienen las formas rectas en el diseño y la decoración sigue supeditada a la estructura. Asimismo, las formas de curvas ingletadas aún recuerdan a las mixtilíneas del barroco, manteniendo la composición simétrica. Sin embargo, la planta de frente curvo que determina un abombamiento en el alzado es ya netamente rococó, al igual que el predominio de las líneas sinuosas en decoración. Históricamente, el mobiliario mallorquín ha destacado por recibir influencias estilísticas de numerosas zonas europeas gracias al boyante comercio del área, entre las que destaca su influencia del mueble catalán. Técnicamente, destaca también por su calidad, tanto de materiales empleados como de diseño.