Relicario de ventana; siglo XVIII.
Plata en su color, vidrio y cristal pintado.
Presenta buen estado de conservación.
Medidas: 2,6 x 3,1 x 0,2 cm.
Relicario colgante de ventana que presenta una estructura rectangular de plata con marco a modo de filigrana rematado con bolas en las esquinas. En cuanto a las imágenes devocionales que alberga en el anverso se puede apreciar la representación de tres Santas Faces de Jaén sobre fondo dorado, mientras que al reverso se encuentra la figura de San Bernardo pintado sobre cristal.
Cabe citar que la iconografía de la Santa Faz tiene su origen en el episodio ocurrido durante la Pasión de Cristo, cuando en el camino al Calvario una mujer se quitó su velo para secar con él la cara del Mesías. La imagen del rostro de Jesucristo quedó impresa en el pañuelo de lino, y éste se conservó milagrosamente a través de los siglos, convirtiéndose en objeto de culto. La mujer más tarde sería llamada Verónica, cuya etimología deriva del latín “verum” (verdadero) y el griego “eikon” (imagen). La Santa Faz es una de las reliquias más famosas del cristianismo, descrita por primera vez en 1137. En este caso concreto la representación se base en la leyenda de un obispo de Jaén que escucho al demonio hablar sobre los pecados del Santo padre, tratando de advertirle decidió ir a Roma, y solicito al mismo demonio que le llevase volando hasta la ciudad santa. Tras llegar y comunicarle al pontífice la situación, este le regalo la imagen de la Santa Faz, que posteriormente viajó hasta Jaén.