Plato petitorio. Norte de Europa, siglo XIX.
Latón cincelado.
Medidas: 4,5 x 35 x 35 cm.
Plato realizado en latón cincelado con el asiento embellecido con la imagen de la Virgen de la Inmaculada con el Niño. Ambas figuras, que pisan la caracaterística media luna, se enmarcan en un medallón circular radiado. Estos objetos litúrgicos, en los que se recogían las limosnas dadas por los fieles tras las celebraciones religiosas, tienen su origen a fines del siglo X, en la ciudad belga de Dinant. A partir de la segunda mitad del siglo XIV se comenzaron a fabricar, también en la ciudad alemana de Núremberg, donde alcanzaron un gran desarrollo. Fue en el siglo XVIII cuando en Europa se difundió la moda de hacerlos en plata. Eran bacías circulares de gran tamaño y escasa profundidad, con orilla plana y decoraciones en base a cenefas vegetales, gallones e inscripciones que rodeaban un medallón central con un contenido iconográfico relativo a pasajes, figuras y temas bíblicos o del Nuevo Testamento.