Escuela española de principios del siglo XVII.
“Cristo camino al Calvario”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta faltas sobre la superficie pictórica y lienzo destensado.
Medidas: 168 x 251 cm; 188 x 270 cm (marco).
Se representa aquí la caída de Jesús en el camino al monte Calvario, vencido por el peso de la cruz, y en la escena vemos también a Simón el Cireneo, que le ayuda a volver a cargar la cruz. Junto a la figura de Cristo destaca la presencia de su madre La Virgen, cuya figura queda iluminada con mayor esplendor que el resto de los personajes que conforman la escena, esto se debe en gran medida al tratamiento pictórico del manto que con una tonalidad azul añil consigue templar la intensidad de los tonos ocres y oscuro que domina la escena.
Agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por los sufrimientos físicos y morales que le habían infringido la noche anterior, y sin haber dormido, Jesús apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Se sucedieron entonces los golpes e imprecaciones de los soldados, las risas expectantes del público. El Mesías, con toda la fuerza de su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino. Según las interpretaciones teológicas, Jesús nos invita con sus actos a cargar con nuestra cruz y a seguirle, nos enseña aquí que también nosotros podemos caer, y que hemos de comprender a los que caen; que ninguno debe quedar postrado, todos hemos de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda y perdón.