Atribuido a THÉODORE ROUSSEAU (Francia, 1812 – 1867).
"La siega".
Óleo sobre tela.
Etiqueta firmada al dorso.
Medidas: 28 x 41 cm.; 42,5 x 56 cm. (marco).
Un segador carga con un haz de heno sobre sus espaldas y se dirige hacia un carro lleno ya de paja prensada. Un buey está detenido en medio del camino, y otro busca la sombra bajo las montañas de heno. Detrás de las figuras un amplio celaje azul está salpicado de nubes deshiladas. La pincelada es vibrante y el trazo espeso, dando lugar a un lenguaje impresionista asimilable al de la Escuela de Barbizon.
Uno de los principales representantes de la Escuela de Barbizon, caracterizada por una visión realista del paisaje, Théodore Rousseau compartió las dificultades de los pintores románticos de 1830 a la hora de asegurar para sus pinturas un lugar en el Salón de París. Tras ser rechazado en la muestra de 1836, se retiró a Barbizon y formó, junto a otros artistas como Corot o Millet, la llamada Escuela de Barbizon. Allí cultivó la pintura de paisajes al aire libre, con un tratamiento de la naturaleza cercano al de los maestros holandeses del siglo XVII, especialmente centrado en los fenómenos atmosféricos y naturales. No fue hasta el año 1848 que su obra fue adecuadamente presentada al público, cuando se le admitió por fin en el Salón de París. Ese mismo año se instaló definitivamente en Barbizon, donde pasaría el resto de su vida. En la Exposición Universal de 1853, donde se juntaron todas las pinturas de Rousseau previamente rechazadas y se le dedicó una sala, fue reconocido por el público y la crítica como uno de los mejores participantes en la muestra. Sus obras se caracterizan por su carácter sobrio, con un aire de exquisita melancolía que resulta poderosamente atractiva al espectador. Rousseau está actualmente representado en los museos más destacados de todo el mundo, como el Louvre y el de Orsay en París, el Hermitage de San Petersburgo, la National Gallery de Londres, el Rijksmuseum de Ámsterdam, la Frick Collection de Nueva York, el Thyssen-Bornemisza de Madrid y el Albertina de Viena, entre muchos otros.