ÉMILE GALLÉ (Nancy, Francia, 1846 – 1904).
Jarrón.
Vidrio camafeo.
Firmado.
Medidas: 58,5 x 12 cm.
Ejecutado en vidrio camafeo, este procedimiento, que consiste en superponer capas de vidrio de diferentes tonalidades y tallarlas para generar relieves, permite un juego de luces y transparencias que otorga profundidad y dinamismo a la superficie. En esta pieza, el contraste entre el fondo marfileño y las superposiciones en tonos azulados y violetas produce una vibración cromática sutil, evocando la transición lumínica del amanecer o el crepúsculo.
La ornamentación se despliega en un delicado entramado vegetal: hojas, flores y zarcillos se entrelazan en un ascenso orgánico que recorre el cuerpo alargado del vaso, desde la base hasta el cuello, siguiendo la lógica de crecimiento natural que Gallé adoptó como principio estético y filosófico. El artista no se limita a la mera representación botánica; su intención es traducir en vidrio la vitalidad misma de la naturaleza. Cada hoja parece respirar, cada curva responde a un ritmo interior que confiere a la pieza una suerte de animismo matérico. La composición, de equilibrio impecable, demuestra un dominio absoluto de la técnica del vidrio tallado al ácido y de los efectos lumínicos obtenidos mediante la gradación del color.
En cuanto a su autor, Émile Gallé fue una figura central del renacimiento de las artes decorativas en Francia durante la Belle Époque. Formado en un ambiente intelectual y científico, su padre era ceramista y comerciante de loza, Gallé combinó el rigor del químico con la imaginación del poeta. Su trabajo en Nancy se convirtió en el epicentro de la École de Nancy, grupo de artistas y artesanos que abogaron por una unión entre arte, naturaleza y técnica. Gallé se inspiró en la botánica, la literatura y la filosofía.
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