FERNANDO BOTERO (Medellín, Colombia, 1932- Mónaco, 2023).
“La corrida”, 1992.
Tinta sobre la cubierta del libro “La corrida”, José Manuel Caballero Bonald, 1989.
Dibujo y dedicatoria del pintor.
Libro editado por Lerner and Lerner.
Enmarcado en caja de metacrilato.
Medidas: 33 x 66 x 7 cm.
La tauromaquia siempre fue uno de los temas preferentes en la pintura de Botero, quien se dedicó a ello de manera más sistemática entre 1984 y 1989, periodo que además puede considerarse un momento culminante por las unidades de estilo y de temas en los que trabajó el artista. En este libro escrito entre el poeta José Manuel Caballero y Botero se puede observar en el interior de la cubierta un dibujo del artista que representa a un toro herido por unas banderillas.
Fernando Botero es un pintor, escultor y dibujante, además del artista colombiano contemporáneo más conocido, autor de un lenguaje figurativo totalmente personal, marcado por la exaltada volumetría. Asistió en 1944 a la escuela de toreo de La Macarena de Medellín, y un percance le hizo abandonar esta carrera. Una vez que su familia comprendió su vocación por la pintura, comenzó su carrera. Debutó con tan sólo dieciséis años, y desde entonces ha mostrado su obra por todo el mundo. Se financió los estudios realizando ilustraciones para un periódico (El Colombiano), pero fue expulsado del Colegio Bolivraiana por los dibujos que acompañaban un artículo sobre Picasso que realizó, considerados obscenos, teniendo que terminar sus estudios en el Liceo de la Universidad de Antioquía.Al terminar sus estudios secundarios se fue a Bogotá en 1951, donde conoció a algunos intelectuales destacados y comenzó a exponer. Recibió un Segundo Premio en el IX Salón Nacional de Artistas, dinero con el que, junto a la venta de algunas obras, se fue a Europa. Llega a Barcelona y luego de va a Madrid, donde se inscribe en la Academia de Arte de San Fernando, y vive de sus dibujos. Pasa el verano de 1953 en París, y se va luego a Florencia, donde se inscribe en la Academia de San Marcos, conociendo de primera mano el renacimiento italiano. Se va a Bogotá en 1955, y, al recibir unas duras críticas por una exposición, se casa y se va a Ciudad de México en 1956, para regresar a Bogotá en 1958. Fue nombrado profesor en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia. Dos años después se va a Nueva York, donde se instala, y su lenguaje sigue creciendo y variando.Está actualmente representado en el Museo que lleva su nombre en Bogotá, así como en el Metropolitan, el MoMA y el Guggenheim de Nueva York, la Colección de Arte de la Biblioteca Luis Ángel Arango de Colombia, el de Arte Moderno de Viena, la Kunsthalle y la Staatsgalerie de Munich, el Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile, los Museos de Arte Moderno de Bogotá, Tokushima, Hiroshima y el Vaticano, el Pushkin de Moscú, el Hermitage de San Petersburgo yel Scheringa de Spanbroek en Holanda, entre muchas otras colecciones tanto públicas como privadas de todo el mundo. Cuenta, además, con numerosos monumentos públicos en ciudades como Madrid, Tokio, Singapur, París o Nueva York, entre otras ciudades.
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