JOAN CARDONA I LLADÓS (Barcelona, 1877 – 1957).
"Au Palais de Glace”, París, 1909.
Técnica mixta sobre papel.
Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo. Firmado y titulado al doso.
Una de las obras más premiadas y expuestas de la época parisina de Joan Cardona. Presenta etiquetas de tres exposiciones: una de la Societé des Beaux-Arts de Nice (Salón de los Humoristas), otra del Pastel Society de Londres de 1909 y otra de una exposición en Niza en el que figura con el nº 370. En una exposición de París figura con el número 3 de la exposición.
Medidas: 34 x 28 cm; 50 x 44 cm (marco).
La pieza que ahora se licita es una auténtica joya de la época parisina del artista, completamente representativa de su estilo. Considerado como uno de los artistas más renombrados y de fama internacional, sus ilustraciones parisinas, elegantes y glamurosas, dieron nombre en la época de la Belle Époque al 'estilo Cardona'. Desde 1900, momento en que se instaló en París, hasta 1914, cuando la primera guerra mundial lo mandó de vuelta a Barcelona, fue uno de los ilustradores más reconocidos de la capital francesa. En esta ocasión Cardona plasma una imagen elegante, naturalista y espontánea, fiel reflejo de la vida social de la época: una dama patina sobre el hielo del Palais de Glace, una de las actividades más de moda en la alta sociedad burguesa de la capital francesa.
Formado en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja y en la Academia Baixeras en Barcelona, amplió sus estudios en París, ciudad donde se instalará durante varios años. En la capital francesa formó grupo con los mejores ilustradores de la época, como Cappiello, Sem, Steinlen y Roubille. Pintor y dibujante, desarrolló una importante actividad en el campo de la ilustración, colaborando con revistas españolas como “El Gato Negro” e “Hispania”, y en las francesas “Le Rire” y “Simplicissimus”. Destaca su colaboración con “Jugend”, la revista enseña del modernismo vienés, el Jugendstil. En su época parisina Cardona alcanzó la fama internacional gracias a sus dibujos a pluma, caracterizados por la nitidez del trazo y los fuertes valores expresivos. Al contrario, en su pintura subordina la línea al color, de tonos cálidos en sus primeros años y gamas frías en su madurez. Sus pinturas, de una gran fuerza expresiva y densos empastes, definen el protagonismo de la mujer, que se perfila sobre fondos vibrantes casi abstractos, en un estilo que le acerca a Anglada Camarasa. En 1897 es distinguido con un premio en el certamen organizado por la Academia Mariana de Lleida. Expuso en París en los salones de Otoño y de la Societé Nationale, obteniendo en ambas el título de “societaire”. Participó en las Exposiciones Internacionales de Bellas Artes de Barcelona en 1907 y 1929. Está representado en el Museo de Luxemburgo, en París.