Escuela francesa; finales del siglo XIX.
“Babuino”.
Ceras y grafito sobre papel.
Posee marco c. 1830.
Medidas: 46 x 35 cm; 69 x 57,5 cm (marco).
Realizado con una técnica de trazo seguro y estudio anatómico minucioso, el artista captura con precisión las proporciones, la postura y los rasgos expresivos del animal, revelando un enfoque casi etnográfico hacia la representación de la fauna.
Durante el siglo XIX, en el contexto de los avances en historia natural, antropología y teoría evolutiva, temas como el del babuino adquirieron relevancia especial. Tras la publicación de El origen de las especies de Charles Darwin en 1859, la representación de primates se convirtió en un punto de encuentro entre arte y ciencia, ya que invitaba a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y el reino animal. En este sentido, obras como esta no solo tenían un valor estético, sino también pedagógico y científico, sirviendo de apoyo en gabinetes de historia natural, manuales ilustrados y estudios académicos.