Escuela francesa, ca. 1830
"San Antonio de Padua"
Miniatura a la acuarela.
Montura de plata.
Medidas: 13 x 11 cm.
Miniatura de tema devocional, con la representación de San Antonio de Padua con hábito de franciscano y un rostro idealizado mirando al cielo, portando un ramillete en su mano derecha.
El arte de las miniaturas conoció una doble vertiente: una como objeto en el que preservar la imagen de los seres queridos, a modo de pequeños retratos, y la otra de tema sacro, con representaciones marianas o de santos, como la que mostramos.
Desde el Renacimiento los retratos en miniatura, enmarcados en un círculo u óvalo, eran piezas para la contemplación privada. Consideradas como alhajas, en el siglo XVII se convierten en piezas de adorno personal o en objeto de regalo, al ser montadas como joyas. Se realizaban en una gran variedad de técnicas, como el óleo sobre cobre, estaño o marfil, las aguadas sobre pergamino o cartulina y, desde el siglo XVIII, la acuarela sobre marfil. Este delicado arte se irá perdiendo desde la segunda mitad del siglo XIX, en paralelo al desarrollo de la fotografía. Pero en su vertiente sacra, de objeto devocional, seguirá realizándose.