Atribuido a JOSEPH PARROCEL (Brignoles, 1646 – París, 1704) .
"Camino del Calvario".
Tinta y aguada sobre papel.
Medidas: 12,5 x 19 cm.; 30 x 37 cm.(marco)
La composición, ejecutada en tinta con aguada en una gama de grises (grisalla), presenta una escena densa y dramática del Camino al Calvario. En el centro, Cristo aparece caído de rodillas bajo el peso de la cruz, mientras una figura femenina a su lado lo señala con gesto expresivo, subrayando el pathos de la escena. Tras Él, un personaje parece disponerse a socorrerle, en tanto que a la izquierda y al fondo se adivinan lanzas que sugieren la presencia del séquito de soldados que acompaña el cortejo.
La obra está construida mediante trazos firmes y gruesos que confieren a las figuras una apariencia escultórica, casi tallada, mientras la aguada en diferentes intensidades de gris aporta profundidad y relieve.
El dinamismo, la gestualidad enfática y la preferencia por composiciones pobladas de figuras remiten al estilo de Joseph de Parrocel, miembro de una destacada familia de pintores franceses y conocido por sus escenas religiosas y batallas, en las que predominan el movimiento y la tensión dramática.
Joseph Parrocel fue un conocido pintor francés del barroco, unánimemente reconocido por sus escenas de batallas. Nacido en una familia con más de catorce pintores a lo largo de seis generaciones, su abuelo Georges Parrocel (1540 - 1614) y su padre Barthélemy Parrocel (1595–1660) fueron destacados pintores regionales. Viajó a París y permaneció allí durante cuatro años, perfeccionado sus habilidades como pintor. Entonces decidió regresar a Provenza y emprender una viaje a Italia, donde estuvo por un lapso de ocho años. En Roma se convirtió en alumno del famoso pintor Jacques Courtois, especialista en temas de batallas y conocido bajo el sobrenombre de «el Borgoñón». También tuvo oportunidad de estudiar la obra de Salvator Rosa, pintor poco ortodoxo con tendencias hacia el prerromanticismo. Parrocel trabajó junto a Rosa en su taller y se vio notablemente influenciado por su estilo, que años después impregnaría la obra del francés. Fue aceptado como miembro de la Real Academia de Pintura y Escultura el 29 de febrero de 1676 y se convirtió en académico el 29 de noviembre del mismo año, con la obra El sitio de Maastricht. En 1703 obtuvo la cancillería en la Academia, y pudo obtener comisiones reales. Una de las más conocidas fue idealizar las campañas del rey Luis XIV. Sin embargo, Charles Le Brun, director de la Academia, rechazó colaborar con Parrocel para las escenas de guerra y le designó como encargado de los tapices en la fábrica de Gobelinos. El secretario de Guerra, el marqués de Louvois, reconoció el talento de Parrocel y le dio el encargo de decorar con escenas de las victorias de Luis XIV los comedores del Palacio de Versales.