SALVADOR DALÍ I DOMÈNECH (Figueras, Girona, 1904 – 1989).
Diseño para "Destino", ca.1946.
Gouache sobre papel.
Con certificado de autenticidad emitido por la Fundación Gala-Salvador Dalí, 22-02-2011.
Versión en óleo reproducida en el catálogo del Museo Dalí de Figueres, núm. cat. P 1051.
Medidas: 23,80 x 27,50 cm.
Esta obra es una pieza fascinante y de gran valor documental y artístico, pues nos permite asomarnos al proceso creativo de una de las colaboraciones más inusuales del siglo XX: la de Salvador Dalí y Walt Disney.
La técnica del gouache le permitía a Dalí rapidez y corrección, ideal para el diseño de conceptos y escenografía. La composición es teatral, onírica y puramente surrealista.
El elemento dominante es una gran muralla piramidal de color ocre que cruza la composición. En el universo de “Destino”, esta estructura a menudo representa el "camino de la vida" o los muros laberínticos del tiempo por los que transita el personaje femenino (Dalia). Sobre la muralla se proyecta una especie de mano o guante gigante: al mirar al detalle, los dedos se transforman en tres figuras encapuchadas o estatuas con túnicas (reminiscentes de monjes o de las figuras de El Ángelus de Millet, una obsesión de Dalí).
Se trata de un juego de imágenes dobles (método paranoico-crítico) típicamente daliniano. También tiene lugar en los cipreses oscuros (símbolo clásico de la muerte y la melancolía), en los que Dalí abre huecos, dentro de los que vemos figuras humanas, , sugiriéndonos que la naturaleza misma es un escenario que puede ser prisión para los personajes.
A la derecha, integrada en el muro, aparece una figura sentada, aparentemente una estatua clásica o la protagonista petrificada. En Destino, la metamorfosis de mujer a estatua (y viceversa) es constante. En la parte inferior, vemos un arco de ladrillos y lo que parece la parte superior de una cabeza femenina surgiendo del agua, lo que aporta una sensación de profundidad y misterio subterráneo.
Esta obra fue una herramienta de trabajo para una película. En 1945, Dalí firmó un contrato con Disney para crear un cortometraje animado basado en la balada mexicana "Destino". Dalí trabajó codo a codo con el artista de Disney John Hench en los estudios de Burbank, California. Juntos crearon cientos de bocetos, pinturas y storyboards.
Este gouache servía para definir la atmósfera, la iluminación y la paleta de colores de una secuencia específica. Disney necesitaba entender cómo trasladar el estilo pictórico de Dalí al movimiento de la animación.
La imagen captura la esencia del argumento de “Destino”: la historia de amor entre Chronos (el Tiempo) y una mujer mortal. La imagen evoca la soledad, el paso del tiempo (las sombras alargadas) y el paisaje onírico del desierto, elementos clave en la película final (que no se completó hasta 2003).
En definitiva, esta pieza es un testimonio excepcional del "periodo americano" de Dalí. Representa el punto de encuentro entre el surrealismo europeo de vanguardia y la maquinaria de entretenimiento masivo de Hollywood.
Salvador Dalí fue uno de los máximos exponentes del movimiento surrealista. Su trabajo influyó enormemente en el rumbo del surrealismo durante los años veinte y treinta, siendo aclamado como creador del método paranoico-crítico, esencial combinación de lo real con lo imaginario. Durante sus primeros años, Dalí descubre la pintura contemporánea durante una visita familiar a Cadaqués, donde conoce a la familia de Ramón Pichot, artista que viajaba regularmente a París. Siguiendo los consejos de Pichot, Dalí empieza a estudiar pintura con Juan Núñez. En 1922, Dalí se alojó en la célebre Residencia de Estudiantes de Madrid para iniciar estudios de Bellas Artes en la Academia de San Fernando. Sin embargo, antes de sus exámenes finales, en 1926, fue expulsado por afirmar que no había nadie en la misma en condiciones de examinarle. Ese mismo año Dalí viaja a París por primera vez. Allí conoció a Picasso, y asentó algunas características formales que se convertirían en distintivas de toda su obra desde entonces. Durante este periodo, Dalí celebró exposiciones regulares tanto en Barcelona como en París, y se unió al grupo surrealista afincado en el barrio parisino de Montparnasse. El pintor desembarcó en América en 1934, gracias al marchante Julian Levy. A raíz de su primera exposición individual en Nueva York su proyección internacional queda definitivamente consolidada, y desde entonces mostrará su obra y dará conferencias por todo el mundo. La mayor parte de su producción está reunida en el Teatro-Museo Dalí de Figueras, seguida por la colección del Salvador Dalí Museum de St. Petersbug (Florida), el Reina Sofía de Madrid, la Salvador Dalí Gallery de PacificPalisades (California), el Espace Dalí de Montmartre (París) o el Dalí Universe de Londres.
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